21 de octubre de 2023
19 de septiembre de 2020
Militarización y militarismo
Daira Arana es Maestra en Seguridad. En 2019 participó en un panel donde expone parte de su tesis sobre estos temas y nos ofrece la diferencia entre militarización y militarismo haciendo énfasis en sus consecuencias. Aunque lo comenta para el caso de la creación de la Guardia Nacional en México recrea momentos de la evolución de los roles militares en Latinoamérica.
Alejandro Hope escribió un artículo donde evalúa el grado de empleo de fuerzas armadas en México y plantea cuatro hipótesis del por qué ocurre esto: Afinidad ideológica; estilo de conducción centralizada y jerarquizada por parte del presidente; menos procesos burocráticos para desarrollo de proyectos políticos que si los realizaran a través de entidades civiles la ley impone requisitos adicionales y complejos; el presidente teme un golpe de estado y consolida su poder alrededor del ejército.
Daira Arana propone una quinta hipótesis: Interés de la élite militar.
La cuarta hipótesis de hope, fue aplicada en la mayoría de países de Latinoamérica desde la guerra fría y en cierta medida se mantiene, especialmente en momentos de crisis nacional, desestabilización y protestas.
Yo propongo una sexta hipótesis: Los presidentes acuden a la fuerza militar por la eficacia para cumplir la misión debido a su formación profesional desde la academia. El desempeño del cuerpo profesional de oficiales hace, generalmente, diferencia en alcance de metas o misiones asignadas comparado con otras instituciones.
No se puede negar por épocas la existencia de un interés de lo que Daira Arana llama "interés de la élite militar". Este interés ha sido de dos clases: interés institucional genuino por tratar de mantener la presencia y vigencia de los militares en los ámbitos de la función del poder ejecutivo o un interés personal no ético que se olvida del desarrollo institucional militar.
El primero se resuelve al interpretar la misión constitucional y demás leyes vigentes. Aunque impulsa dicho interés los intentos rezagados que persisten desde la guerra fría que mantiene la lucha entre ideologías izquierdas y derechas que insisten en suprimir los ejércitos.
El interés personal no ético de élites militares, ha sido evidente al resultar involucrados en casos de corrupción
En el caso guatemalteco ha sido el poder político quien decide emplear al factor militar igual que en México. Arana propone que hay una diferencia entre apoyo de la fuerza militar a la fuerza civil a la que llama militarización y la penetración de militares en la esfera de conducción política permanente para organizar los proyectos de gobierno, a lo que llama militarismo.
Los gobernantes electos democráticamente en Guatemala desde 1996 han valorado la lealtad del militar. Incluso presidentes que antes de ser electos manifestaron diferencias o animadversión hacia los militares, o cuyos partidos políticos llevaban cierta ideología, terminaron apoyándose en los militares para muchas funciones. De allí el espacio de maniobra, que muy probablemente por consejo de sus asesores militares en activo o en retiro, los presidentes le dieron a la militarización o al militarismo.
En tiempo de paz, ante amenazas del crimen organizado o fenómenos naturales, los países en desarrollo tendrán algún grado de necesidad de emplear al factor militar en algunos roles. El mando militar tiene la oportunidad de aplicar los valores militares de su formación profesional al asesorar al presidente objetivamente en el grado de militarización que se requiere o encausar una conducción política orientada al militarismo por la existencia de intereses personales.
En los escalones militares estratégicos, atreverse a expresar a un presidente una opinión franca para el interés nacional es una muestra muy convincente de la ausencia de intereses personales. Lo contrario es decir SI a todo sabiendo el militar que habrá consecuencias que desencadenan terribles críticas o desprestigio para los militares.
De lo que puede estar segura la población es que en los escalones militares tácticos, los que están en contacto con la población, la actitud de servicio es genuina sin importar el grado de incidencia a alto nivel de la quinta hipótesis.
El esquema de la disertación puede verse aquí
El video de la disertación de Daira Arana pude verse aquí.
Publicado por Ismael Cifuentes 0 Comentarios
Temas: Estrategia, seguridad
10 de agosto de 2020
El concepto integral de la defensa
Al expresar ante todo, pésame y respeto al cuerpo de Marines de EUA por el lamentable accidente ocurrido en California a un vehículo anfibio donde perdieron la vida varios de sus integrantes, es oportunidad para resaltar las capacidades que la fuerza tuvo a disposición para el rescate.
Dichas capacidades provienen de la cuidadosa planificación estratégica del sistema de defensa. Planificar la defensa no sólo resulta oneroso para el Estado sino que requiere un proceso complejo.
Por ejemplo en este lamentable accidente. Construir un vehículo anfibio requiere considerar una infinidad de aspectos, entre ellos: el costo de su producción en serie con sus materiales y mano de obra, los costos del mantenimiento periódico con sus repuestos, suministros. Entrenamiento del personal que lo opera y del personal que da el mantenimiento. Los combustibles, el armamento, las municiones y la lista completa no puede determinarse aquí, pero permite formarse una idea.
Aparte de toda esta inversión, los planificadores pensaron en contingencias como por ejemplo un rescate por accidente. Al leer la noticia se observa que cuando se diseñó y construyó este vehículo anfibio de guerra, se diseñó el sistema de rescate que entre otras cosas cuenta con: un comando de rescate submarino con su personal y equipo especial, su entrenamiento, mantenimiento etc. Tecnología no tripulada para rescate bajo la superficie, sus operadores, poleas y maquinarias.
Foto: Marine Times |
Lo que se desea resaltar es la complejidad de organizar, equipar, operar y mantener un sistema de defensa en un Estado. La defensa no compete sólo a lo militar. Empresas privadas construyen la maquinaria, la tecnología, las partes; el submarino no tripulado fue lanzado desde un buque civil que requiere un contrato de servicio. La defensa es integral: varios componentes del Estado organizados y actuando coordinadamente.
La integración de los planes e inversión es en tiempo de paz o de guerra. En tiempo de paz porque se requiere entrenar y mantener el equipo, que fue el caso cuando sucedió el lamentable accidente.
En 2019 se debatió mucho en Guatemala por la adquisición de un buque logístico para extender las operaciones de control marítimo. Se habló del elevado costo. Sin embargo la inversión se queda corta en lo que realmente se necesita.
En los enlaces de la noticia mencionada se puede leer que además en el rescate participaron otros buques especializados en la búsqueda, aviones especializados y helicópteros. Esta nota no pretende proponer que se obtenga ahora mismo un equipamiento similar para Guatemala, pero invita a reflexionar que la adquisición del buque fue realizada con una visión estratégica para la defensa interior y la seguridad nacional.
También es justificable que el Estado determine las propiedades de inversión. Pero en el momento que se decida, es necesario seguir planificando extender las capacidades, no sólo para el mar sino añadir capacidades aéreas y terrestres.
Requerirá inversión y una visión integral de la defensa, una unidad conceptual, una cultura de defensa que justifique el esfuerzo de Estado con la aprobación presupuestaria del congreso. Una planificación integrada por diferentes actores. La defensa es una prioridad de Estado, la declara y planifica el poder político, la aprueba el congreso, la equipa e invierte industria pública y privada y la ejecutan varias instituciones, entre ellas el ejército.
Los guatemaltecos debemos comprender que hablar de defensa no es un asunto exclusivamente militar. La defensa es integral y de la misma forma su organización y planificación.
Publicado por Ismael Cifuentes 1 Comentarios